A principios de este mes, el ministro español de Cultura y Deportes, José Girao, pidió disculpas a su homóloga israelí, Miri Regev, por cancelar el partido de waterpolo que se iba a celebrar en Barcelona entre un equipo español y un equipo israelí. La suspensión se produjo porque los organizadores expresaron su apoyo al boicot a Israel.
El partido enfrentó a la selección femenina española contra la selección israelí en el Club Marítimo Molins de Re en un suburbio de Barcelona. Los organizadores ofrecieron al equipo israelí la opción de jugar sin izar su bandera nacional, lo que el equipo israelí rechazó, al considerarlo una clara violación de los derechos del equipo respaldados por la Carta de la Federación Internacional de Waterpolo. Los organizadores dijeron que Israel perdió el partido.
Después de mucho debate, los anfitriones acordaron organizar el partido con sus banderas, a pesar de que el estadio estaba casi vacío.
Al explicar su posición, el ministro pidió disculpas por lo sucedido: “Me gustaría expresar mi profundo pesar por lo sucedido. […] «España es un país regido por la ley y no puede someterse a este tipo de grupos», afirmó, en referencia al movimiento de boicot contra Israel.
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